lunes, 25 de octubre de 2010

INFORME PISA

Informe pisa 2006, análisis pág 20-30: información extraída de:
¿Qué contenidos tratan?
     PISA evalúa el conocimiento y las destrezas de los alumnos en Matemáticas, Lectura, Ciencias. Los estudios se repiten cada tres años, y en cada uno de ellos se profundiza especialmente en una de las materias. En el primer estudio, realizado en el año 2000, se profundizó en Lectura; en el segundo, realizado en 2003 se ha profundizado en Matemáticas; el tercero se llevará a cabo en 2006 y la materia principal serán las Ciencias. En el estudio de 2003 se añadió además una materia transversal: Solución de problemas.
     En cuanto al contenido de las pruebas, PISA no evalúa contenidos curriculares (lo que se les ha enseñado a los alumnos en la escuela), sino los conocimientos y destrezas que poseen los jóvenes para integrarse en la vida adulta.
     Las pruebas han sido diseñadas intencionadamente sin tener en cuenta los objetivos, currículos y prácticas pedagógicas de cada sistema educativo. El tipo de pruebas propuesto en PISA favorece a los sistemas educativos con currículos flexibles, interdisciplinarios y orientados hacia el aprendizaje basado en desarrollo de competencias, colocando en desventaja a los modelos más tradicionales, disciplinarios. Precisamente este modelo de aprendizaje no es el prioritario en nuestros currículos. El tipo de pruebas utilizadas se asemeja bien poco a las que habitualmente se enfrentan los alumnos españoles en clase, más acostumbrados a resolver tareas asociadas a las demandas escolares y menos capaces de enfrentarse a tareas prácticas de aplicación. Sin embargo, las lecturas que se hacen de PISA pasan por alto estas consideraciones, y hacen pronunciamientos acerca de la calidad del sistema educativo considerando sólo los resultados de las pruebas.
     Por otro lado el enfoque que PISA ha querido darle importancia a las competencias que necesitan los alumnos adquirir sobre ciencias, lectura y mates además de valorar actitudes, valores, conocimientos y destrezas, todo ello muy importante para el desarrollo integral del alumno.
Aunque analizando algunos cuadernillos de diagnóstico para Andalucía, veo que no todo lo que se dice en el informe PISA es cierto, ya que no se contempla muchas de las competencias y objetivos del D.C.B y tampoco se evalúa las actitudes o intereses de los alumnos en muchos de esos cuadernillos. Pero aún así nuestro sistema educativo falla a la hora de adecuar la teoría a la práctica, a la hora de establecer un aprendizaje significativo para nuestros alumnos aplicable en su realidad, y por supuesto en el desarrollo de la creatividad, que tampoco se trabaja en los centros escolares.
Opinión y aporte personal.
     Ateniéndome a los resultados globales la puntuación promedio del país que mejor resultado a obtenido es de 563 puntos y el que peor es de 322. Finlandia se encuentra primera en el ranking, mientras que España se sitúa por debajo del promedio de la mayoría de los países europeos con 488. Así que el nivel educativo español se encuentra a la cola de los países desarrollados.
     Y yo ahora me pregunto; ¿por qué copiamos un sistema educativo de los Estados Unidos, teniendo en cuenta que el modelo a seguir considerablemente es el finlandés? Sinceramente creo que no estamos para perder el tiempo y sería necesario adoptar medidas que vemos que funcionan actualmente.
    Como aporte personal creo en una educación más comprometida por parte del profesorado, que es finalmente el que tiene que revolucionar el sistema escolar con una dinámica de enseñanza aprendizaje que vaya acorde con las demandas del alumnado, es decir, que atienda a las cuestiones individuales, que se base en el aprendizaje en cohesión social no en la competitividad, que tenga en cuenta la multiculturalidad y las diferencias lingüísticas y sobre todo que premie la creatividad, la reflexión y el sentido crítico de nuestros alumnos, todo ello acorde con el desarrollo de las distintas competencias básicas. Así eliminaremos estrategias como; la repetición de curso, que es una estrategia muy costosa e ineficiente. Por ello, abogó por reforzar los centros y el profesorado, de manera que se pueda ofrecer una atención personalizada al alumno que sirva para atajar el fracaso escolar.